Conseguir la igualdad entre los sexos es tarea difícil, aunque no imposible. Con estos escritos intento equilibrar la balanza y reconocer los méritos de muchísimas mujeres a lo largo de la historia, a la vez que analizar de dónde proceden tales desigualdades y así entre todos, hombres y mujeres, mujeres y hombres, luchar por un mundo más justo.

domingo, 18 de enero de 2015

Las palabras importan

Las palabras importan. Los hechos pueden ser de tal o cual manera, dependerá de quién los juzgue, pero las palabras permanecen. Más si están escritas. Aún así también se prestarán a interpretaciones.
Con esto quiero decir que no puedo valorar los hechos o ideas de Gabriel García Márquez, al que en algunos sectores feministas se le tiene por machista, por algunas de sus obras. En este caso me remito a estas bellas y para mí acertadas sentencias del mago de las palabras.
El mago de las palabras. Acuarela y tinta sobre papel. 

"Lo único realmente nuevo que podría intentarse para salvar la humanidad en el siglo XXI es que las mujeres asuman el manejo del mundo. No creo que un sexo sea superior o inferior a otro. Creo que son distintos, con distancias biológicas insalvables, pero la hegemonía masculina ha malbaratado una oportunidad de diez mil años. Alguien dijo: “Si los hombres pudieran embarazarse el aborto sería un sacramento.” Ese aforismo genial revela toda una moral, y es esa moral la que tenemos que invertir.
Sería, por primera vez en la historia, una mutación esencial del género humano, que haga prevalecer el sentido común que los hombres hemos menospreciado y ridiculizado con el nombre de intuición femenina- sobre la razón, que es el comodín con que los hombres hemos legitimado nuestras ideologías, casi tan absurdas o abominables.
La humanidad está condenada a desaparecer en el siglo XXI por la degradación del medio ambiente. El poder masculino ha demostrado que no podrá impedirlo, por su incapacidad para sobreponerse a sus intereses. Para la mujer, en cambio, la preservación del medio ambiente es una vocación genética. Es apenas un ejemplo. Pero aunque fuera sólo por eso, la inversión de poderes es de vida o muerte.
G. García Márquez.

El texto está extraído del siguiente enlace: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-216473