Conseguir la igualdad entre los sexos es tarea difícil, aunque no imposible. Con estos escritos intento equilibrar la balanza y reconocer los méritos de muchísimas mujeres a lo largo de la historia, a la vez que analizar de dónde proceden tales desigualdades y así entre todos, hombres y mujeres, mujeres y hombres, luchar por un mundo más justo.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Resistencias para admitir la igualdad

Muchas veces encontramos serias dificultades a la hora de poner en práctica la igualdad entre hombres y mujeres La mayoría de estas dificultades o resistencias, son frases hechas e ideas preconcebidas que dificultan la equidad. Son tópicos.
Cuántas veces hemos escuchado o incluso nosotr@s mism@s hemos pronunciado frases como;
“Somos diferentes por naturaleza”
“Feminismo es lo mismo que machismo”
“Los hombres son los culpables de todo” o
“Las mujeres son las culpables de todo” Entre otras muchas...
 Es curioso analizar algunas de ellas y con un espíritu crítico verificar qué existe de verdad o mentira en dichas frases. He aquí algunos de los ejemplos:
-Los hombres son los culpables de todo: Existen hombres y mujeres que no se ajustan a un pensamiento patriarcal y aunque es difícil abstraerse de la educación recibida, muchas personas son autocríticas con su propio comportamiento y tienen capacidad de discernir entre lo justo y lo injusto. El machismo a veces puede convertirse en un lastre, y el sentimiento de culpabilidad tampoco es  beneficioso para producir transformaciones deseables de igualdad.
Las mujeres son las culpables de todo: nosotras educamos a nuestros hijos así. Esta es una generalización muy frecuente, pero no caemos en que nosotras somos educadas para eso mismo, para perpetuar el patriarcado. Debemos tener conciencia, pensamiento crítico para conocer la mejor forma de educar a los hijos e hijas. Tampoco se piensa en que los padres evaden su responsabilidad educativa hacia los hijos, lo cual también está dando un mensaje a cerca de los que debe o no debe hacer un hombre.
-Somos diferentes por naturaleza: A veces decimos “los hombres son así” o “las mujeres son así” Es una visión clásica que tampoco ayuda a una igualdad real, sino todo lo contrario, contribuye a la continuidad de los roles establecidos.
-No hay diferencias de ningún tipo: negar la desigualdad tampoco colabora a lo contrario. Ser consciente de que la sociedad valora de diferente forma a ambos sexos, es un camino hacia la consecución de derechos igualitarios. 
-Feminismo es lo mismo que machismo: Un feminismo injustamente desacreditado y un desconocimiento de su historia da lugar a este enunciado. Conocer la evolución de este movimiento puede facilitar la comprensión, distinguiendo de forma más clara lo que es machismo y lo que significa el feminismo.
-Esto aquí no pasa: la discriminación hacia las mujeres se da en otros países más atrasados pero aquí no. O eso pasaba antes…La presencia de mujeres en diferentes ámbitos puede generar una falsa igualdad, nos cuesta creer que hemos tenido que hacer renuncias que no hubieran ocurrido en el caso de ser hombres. Solo falta fijarse en los medios y ver quienes reciben honores o reconocimientos y a quién se le exige más estéticamente…
-Lenguaje sexista: La resistencia a un lenguaje inclusivo es muy grande. Personajes mediáticos e incluso académicos, se mofan de la forma de hablar de personas que pretenden utilizar este tipo de lenguaje no sexista. La vía para conseguirlo es nuevamente el pensamiento crítico y un pequeño o gran esfuerzo para ponerlo en práctica.

Además de estas resistencias existen muchas más que seguramente percibimos y a las que podemos dar soluciones. Solo falta querer, porque querer es poder, que decía siempre mi abuela Carmen. 
Pues por ella y por todas las que lucharon.