Conseguir la igualdad entre los sexos es tarea difícil, aunque no imposible. Con estos escritos intento equilibrar la balanza y reconocer los méritos de muchísimas mujeres a lo largo de la historia, a la vez que analizar de dónde proceden tales desigualdades y así entre todos, hombres y mujeres, mujeres y hombres, luchar por un mundo más justo.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Las primaveras árabes



Este titular aparecido en el periódico El Mundo me llama la atención. Se trata de una entrevista a Radu Mihaileanu, un director de cine que ha estrenado la película titulada “La fuente de las mujeres” introduciéndose en el mundo femenino árabe. Sus opiniones me han parecido dignas de mencionar en este blog.
La película está ambientada en el pueblo árabe y cuenta la rebelión de un grupo de mujeres contra sus maridos, dando cuenta de la discriminación que sufre este sector de la sociedad en los países musulmanes. Presupongo que este director habrá realizado un estudio a fondo del tema para poder elaborar su película y para aportar los datos que relata.


Es cierto que desde hace algún tiempo se viene escuchando que la solución de los países árabes se encuentra en manos de las mujeres, por ese motivo me interesa su opinión.


Dice que la tradición árabe está muy relacionada con la poesía, con la sexualidad, la sensualidad, el placer de la buena comida... nada que ver con esa intransigencia religiosa con la que muchos la identifican.
Sus referencias a Las mil y una noches nos hace pensar en el mensaje que encierra. La historia se centra en Sherezade que logra sobrevivir gracias a los cuentos que día tras día narra al sultán y así le va perdonando la vida. El mensaje que Mihaileanu ve en esta historia es que "está en la raíz de la tradición, la idea de que las mujeres deben expresarse para vivir. “ Me parece una interpretación distinta de la que aparentemente percibimos y será esto lo que augure que la situación de las mujeres va a cambiar muy pronto “Las ‘primaveras árabes han sido impulsadas, en gran medida, por la fuerza de esas jóvenes que están hartas del sometimiento machista.” Aunque el machismo no solo se puede achacar a los árabes, este director como judío lo percibe cada día y en occidente, en sociedades cristianas la violencia de género abunda más de lo deseado.
El director ha estudiado a fondo el ámbito donde se desenvuelven las mujeres árabes y reconoce que su mundo tiene más color y belleza que el de los hombres, que podemos comprobarlo a través de sus vestidos o sus danzas. Otro elemento característicos son los fuertes lazos de solidaridad que existen entre ellas y aunque no tienen poder real, sí deciden en casa. “Las mujeres manejan los hilos desde la sombra.” Radu Mihaileanu confía en las mujeres y en que puedan educar a sus hijos para conseguir un futuro mejor.
Fatima Outaleb, fundadora de la Unión para la Acción de las Mujeres en Marruecos se lamenta de que los medios occidentales no presten la suficiente atención a las mujeres que luchan en pro de sus derechos "No nos preocupa lo que los medios occidentales piensen sobre nosotras, porque sabemos que son tendenciosos". "¡Cómo pueden haber ignorado el rol de las mujeres! Ellas nunca han estado ausentes, sino que han sido parte de la sociedad"

sábado, 3 de diciembre de 2011

Mujeres en Al-Andalus

Si alguna vez existió una civilización cuyo esplendor proporcionó reflejo al resto del mundo conocido, fue sin duda Al-Andalus. Transmisora de conocimientos y de técnicas que permitieron un auge cultural entre los siglos VIII-XV, aunque como es lógico en este periodo de tiempo existieron altibajos dependiendo de los avatares políticos. Lo cierto es que su legado aún permanece. Sus conocimientos en arquitectura, filosofía, literatura, o avances técnicos y científicos, permitieron mejorar la vida de las personas: sistema de regadíos, o fabricación de papel y seda. Aportaron además, variedades vegetales y frutas que por entonces se desconocían.
Sorprende que a pesar de los ocho siglos de estancia en nuestro país, no exista la suficiente documentación que por la magnitud de sus fronteras y su índice demográfico, tan poco común para la época, debía generar dicha administración.
Afortunadamente quedaron obras de poesía, literatura, medicina o astronomía… Autores como Averroes, Maimónides Ibn-Zaydum, Wallada bint al-Mustakfi, Muhya bint al-Qurtubiyya o Hafsa bint al-Havy ar-Rakuniyya. Seguro que a todo nos son más familiares los primeros nombres, pero las mujeres en Al-Andalus tenían opción a la educación y a desarrollar su cultura. Eran ellas las que enseñaban a los hijos y para eso debían estar preparadas. Por supuesto, la posibilidad de estudiar no era igual para la clase alta que para el pueblo llano. Así como también hay que tener en cuenta que se trata de una sociedad patriarcal, donde en muchos aspectos prevalecen las opiniones y actuaciones masculinas. Aclarado este aspecto, nos remontamos a hace tan solo cinco siglos, cuando parte de Andalucía aún no pertenecía a la Corona de Castilla. Por entonces y posteriormente bastantes décadas después, la cultura musulmana impregnaba nuestras costumbres, y aunque no existe acuerdo sobre si la convivencia fue buena, lo cierto es que los matrimonios mixtos proliferaban incluso entre las elites políticas. Conocidos mandatarios tenían un gran porcentaje de sangre cristiana como Hixam II, el último omeya.
Se consiguió un modelo de sociedad donde permanecían los derechos de igualdad de oportunidades para las mujeres, y se conoce por fuentes documentales que practicaban la medicina, la caligrafía, la jurisprudencia, cocina, canto o poesía.
La razón de esta diferencia con respecto a la edad media castellana y europea es que cuando apareció el islam no se modificó la estructura social, así la mujer andalusí no estaba bajo los preceptos del islam, como las del resto del mundo islámico, en resumen, “los conquistadores se hispanizan más que los nativos se arabizaron”. Por otro lado, nada tenían que ver, en cuanto a su concepto sobre la mujer, los musulmanes españoles con respecto a los orientales.
Las mujeres en Al-andalus ejercieron oficios y funciones públicas como dirigentes religiosas, ejerciendo justicia o siendo portavoces de la comunidad. Son citadas por autores como Ib-Jaldúm que destaca a una jurisconsulta, mujer del cadí de Loja que poseía un gran conocimiento del derecho malikí. A ella acudían estudiosos para aprender y su marido como juez, nunca prestaba una resolución sin consultar con ella.
Otras autoras en sus estudios, destacan el poder que ejercían las mujeres que vivían en palacio. Su participación en estos asuntos estaba limitada, pero hay claros ejemplos de esta influencia en los asuntos oficiales. La más conocida es la madre del último rey de Granada Boabdil. Se llamaba Aïsha bin Muhammad ibn al-Ahmar y era una mujer poderosa por su lugar en el palacio y por sus propiedades.
Otros casos resultan de las mujeres que formaban parte del Harim. Además de ser bellas se debía tener cultura y conocimientos de diversas artes, cuando no, inteligencia. No es de extrañar ciertas influencias en los gobernantes e incluso en asuntos de Estado y que conocieran todo cuanto ocupaba al califato.
En Religión la mujer participa en los estudios religiosos. La lectura del Corán es obligatoria por tanto debían saber leer. Del mismo modo comienzan a ejercer de copistas del Corán y otras obras. Para esto es imprescindible tener una caligrafía bella y perfecta. Así, un gran número de mujeres lo convirtieron en un oficio.
El velo islámico era obligatorio en las mujeres andalusíes, igual que para las orientales, pero ésta ley era mucho más permisiva en al-Andalus que en Oriente.
En el campo de la enseñanza destacan muchas mujeres en los campos de la ciencia, la poesía o la literatura. Para poder practicar la docencia, era necesario recibir una enseñanza superior en un periodo determinado de tiempo. Algunas de ellas, cuando recibían el certificado pasaban a enseñar a los niños de las clases socialmente altas, y recibían el nombre de adiba.
Las escritoras, llamadas katibat, debían tener educación y conocimientos caligráficos para copiar ejemplares del Corán e incluso se les encargaba escribir cartas. Se conoce a Lubna, que era la escritora del califa Al-Hakam escribió desde cartas y comunicados hasta libros. Existen fuentes que nos llevan a conocer los nombres de varias poetisas.
Decía Al-Maqqari: “la superioridad literaria en Al-Andalus es como el instinto y la poseen hasta las mujeres y los niños”.
La poesía conservada demuestra la libertad que tenía la mujer andalusí, algunas de estas autoras consideradas libertinas fueron: Wallada bint al-Mustakfi, Muhya bint al-Qurtubiyya y Hafsa bint al-Havy ar-Rakuniyya. Como ejemplo citaré a la primera:
Wallada es una de las más originales de la Córdoba Omeya, con un gran nivel literario reunió en su alrededor a los escritores más importantes de la época. Usa la literatura para expresar sus deseos y muestra indiferencia ante las críticas. De hecho, en la manga derecha de su vestido llevaba bordado: “Estoy hecha, por Dios, para la gloria, y camino orgullosa, por mi propio camino”. En la izquierda: “Doy poder a mi amante sobre mi mejilla y mis besos ofrezco a quien los desee”. Su pertenencia a la clase alta le proporcionaba independencia y privilegios. Mantuvo una relación con trágico final con el poeta Ibn Zaydum. En Córdoba existe un monumento conocido como el de los Enamorados y que recuerda su amor. Esta historia ha llegado hasta nosotros contada por ambos autores.
Podemos citar nombres de médicas, comadronas, hilanderas, nodriza, educadoras, cocineras…trabajos ejercidos por mujeres que fueron poetisas, lexicógrafas, gramáticas, juristas, matemáticas, astrónomas. En realidad no están todas las que son, la destrucción documental y la selección de fuentes informativas condiciona el trabajo de investigación y solo se puede acudir “a lo que hay”.
Finalmente comentaré que para poder elaborar este escrito, he contado con un trabajo de investigación de mi amiga Maribel Cabanillas. Su estudio es mucho más extenso que el mostrado en esta entrada y está basado en una amplia bibliografía. Muestro algunos de los libros que me parecen más representativos para ampliar la parte presentada, así como dos direcciones de internet que me parecen interesantes, ya que constituyen opiniones diferentes.


Hay que tener en cuenta que en este tema no se llega a un acuerdo común y cada cual tendrá que sacar sus propias conclusiones.

FUENTES M.J. Velos y desvelos. Cristianas, musulmanas y judías en la España Medieval, La esfera de los libros, Madrid, 2006.
CRUZ HERNÁNDEZ N. El Islam de al-Andalus: historia y estructura de su realidad social, Instituto de Cooperación con el Mundo Árabe, Madrid, 1996,
CASTILLA BRAZALES J. Érase una vez al-Andalus, Fundación el Legado Andalusí, Granada,
Revista electrónica: http://www.islamyal-andalus.org/
Revista electrónica: http://www.an-nisa.es/
Mujeres sabias en Al-andalus Mª Luisa Ávila.
http://digital.csic.es/bitstream/10261/14481/1/Avila_Las%20mujeres.pdf
Mujeres en Al-ándalus. Mª Jesús Nadales Álvarez
http://dialnet.unirioja.es/servlet/oaiart?codigo=2543118

martes, 1 de noviembre de 2011

Mujeres en la Ilustración

La Ilustración fue para los hombres. Excepto algunos filósofos, la mayoría pensaba que las mujeres eran inferiores física e intelectualmente.
Rousseau se ocupó del papel de las mujeres en la sociedad y creía que la naturaleza ya establece las diferencias, por tanto la educación debía adaptarse a esas diferencias naturales que situaban a las mujeres al servicio de los hombres.


Otros sin embargo, seguían las ideas de Locke y defendían que el papel subordinado que tienen las mujeres en la sociedad no es por naturaleza, sino el resultado de una tradición y una educación deficiente. Pero a pesar de estas controversias lo que predominaba era la idea de Rousseau y el siglo XIX se verá influido por un mundo separado: los hombres en el mundo y las mujeres en la esfera doméstica. Freud identificaría en este aspecto la principal causa de neurosis femenina.


Algunas voces se levantaron en contra de la opresión de la mujer, entre ellas la de Mary Wollstonecraft (1759-1797) que para contrarrestar las ideas vertidas por Rousseau dice:
”…si los hombres luchan por su libertad y se les permite juzgar su propia felicidad ¿No resulta inconsistente e injusto que subyuguen a las mujeres, aunque crean firmemente que están actuando del modo mejor calculado para proporcionarles felicidad? ¿Quién hizo al hombre el juez exclusivo, si la mujer comparte con él el don de la razón?



El pensamiento y el objetivo de esta filosofa se podría condensar en el siguiente texto:
"Si la sabiduría es deseable por sí misma, si para que la virtud merezca ese nombre debe fundamentarse en el conocimiento, esforcémonos por fortalecer nuestras mentes mediante la reflexión hasta que nuestras cabezas sean el fiel de nuestros corazones; no limitemos todos nuestros pensamientos a las ocurrencias diarias o nuestro conocimiento al corazón de nuestros amantes o maridos, sino que subordinemos la práctica de cualquier virtud a la más importante, que consiste en perfeccionar nuestras mentes y preparar nuestros afectos para un estado más elevado."




domingo, 9 de octubre de 2011

Mujeres en la Edad Media

¿Cómo estaban las mujeres durante la Edad Media?

No podemos generalizar teniendo en cuenta que este periodo dura unos once siglos y que en todos los lugares de Europa no se vivía de la misma forma. No es igual el medievo en el norte de Europa que en el sur, cuando dominaban los árabes. Pero la idea que tenemos de la edad media no es muy favorable, la vemos como una época oscura donde donde la tortura y el sometimiento a los señores y a la Iglesia eran totales. Las mujeres padecian el Derecho de Pernada o carecían de alma, si no eran quemadas en la hoguera acusadas de brujas.

Durante siglos ha habido una serie de ideas creadas, preconcebidas y asimiladas, heredadas del Renacimiento y que durante la Ilustración y el Romanticismo forjaron una idea inamovible de la Historia. Una especie de leyenda negra que se puede combatir con investigación para que sea reinterpretada nuevamente. La desgracia es la desaparición de la gran parte de las fuentes que hablan en femenino.
Adeline Rucquoi ha investigado estos aspectos y nos los muestra en el ensayo, titulado “Historia de un Tópico, la mujer en la Edad Media." En este trabajo pretende desmontar las ideas preconcebidas a través de la investigación histórica.
Sobre el Derecho de Pernada o Ius primae noctis. Este derecho existió jurídicamente y la ceremonia consistía en que el señor de una zancada franqueaba el cuerpo de la novia, y a cambio recibía parte de las viandas de la casa.
Gracias a los estudios antropológicos se ha visto que en muchas sociedades llamadas primitivas, hay un tabú en lo referente a la sangre virginal, porque se piensa que libera fuerzas malignas, es por eso que el acto de la desfloración queda reservado a mujeres de la familia, al sacerdote o brujo o al jefe de la tribu. Visto de esta manera el derecho de pernada se muestra en una sociedad que aún no está muy cristianizada y que tiene un tabú por la sangre virginal, sin ser una manifestación de poder y opresión por parte del señor.
Persecución de brujas es otra de la leyenda negra de esta época. Según las investigaciones la realidad era diferente, ya que desde el siglo VI los concilios celebrados condenan la brujería, la magia y las supersticiones, condenación moral a la que la iglesia daba poca importancia. En el siglo X-XIII los manuales para confesores dictaban penas monetarias y rezos para estos casos. Resulta que las grandes persecuciones, se producen durante el renacimiento, basándose en un manual del perfecto inquisidor de brujas escrito en 1486 por los Dominicos alemanes.
Las circunstancias del renacimiento promovió una ciencia oficial. Si durante los siglos anteriores las mujeres realizaron las tareas médicas. El conocimiento de las hierbas curativas fue pasando de generación en generación. La Iglesia y el poder no veía con buenos ojos la actuación de estas mujeres que tenían poder sobre la salud, sin embargo los tratados de medicina elaborados por hombres, se basaron en sus conocimientos y la medicina solamente la debían ejercer los varones titulados y formados en universidades controladas por la institución eclesiástica. Pero las curanderas seguían con su trabajo y eran respetadas. La Iglesia actuó contra ellas y la inquisición buscó argumentos para que el pueblo las odiara: súbditas del demonio, sexualmente desviadas, obscenas…Se establecieron leyes por las que no se podía ejercer labores médicas sin titulación y las mujeres no podían ir a la universidad. La aplicación de la ley era casi imposible, dada la escasez de médicos, así las mujeres seguían ejerciendo la curación, quedando finalmente permitido la especialidad de matrona. Los médicos varones cambiaron las técnicas naturales por métodos quirúrgicos.

El alma de las mujeres En el año 585 tuvo lugar un sínodo provincial para discutir temas eclesiásticos, no teológicos. Posteriormente se informó, que se había debatido si la mujer tenía alma o no. Una vez estudiadas las actas de este “Concilio de Macòn”, no se revela que en ningún momento se discutiera este aspecto. La culpa, por decirlo de alguna manera de este equívoco, se debe a Gregorio de Tours. Este obispo e historiador de la Iglesia nos dice que en los debates hechos en latín, uno de los presentes se extrañó que se usara e término homo también para la mujer. Un experto en latín sabe que homo engloba al ser humano y es el vocablo vir lo que designa al varón. Era un problema lingüístico y no filosófico, pero la frase haría fortuna precisamente en el siglo XVI, de acuerdo con el pensamiento renacentista sobre la mujer. Esta idea seguirá creciendo en los siglos posteriores durante la Ilustración e incluso hasta nuestros días.

Las mujeres como deficiencia de la naturaleza. El Derecho medieval, heredero del Romano y del germánico, considera a la mujer como un ser “incapaz” en general. Sin embargo en el derecho oral basado en las costumbres no se reconoce la tutela paterna sobre la mujer mayor de edad aunque sí la potestad marital. En los países de Derecho escrito, Italia, península iberica, sur de Francia- a la potestad del padre le sigue la del marido, así para cualquier asunto de patrimonio o jurídico es necesaria la presencia de un hombre. Además del Derecho, la ideología dominante era hostil hacia la mujer: La Iglesia basándose en referencias bíblicas, promociona desde el púlpito una campaña antifemenina, viendo a la mujer como pecadora, tentadora y débil creada para el hombre. Tomás de Aquino la transforma en una deficiencia de la naturaleza con menor valor y dignidad que el hombre. Así el Derecho canónico elaborado por hombres con estas ideas entre los siglos XII-XIII parece tan misógino.
El movimiento antifemenino inicia una carrera hasta nuestros días. Cristina de Pizan protestó en el año 1400, pero no pudo detener la situación que excluía a las mujeres de la cultura y la actividad social. Hacia final de la edad media el antifeminismo originado por la filosofía de la iglesia, el movimiento literario y la aparición de la burguesía dio lugar al llamado Renacimiento que consagra el triunfo de un ideal masculino- heredado de la Antigüedad- y al triunfo de una moral religiosa, que tiene su auge al amparo de los ideales calvinistas, luteranos y la Contrarreforma católica. La aparición de la imprenta extendió la cultura, pero ya no alcazó a las mujeres. En el mundo intelectual y artístico se reduce al 50% de la humanidad. Según Adeline Rucquoi el Renacimiento es la muerte intelectual y artística de la mujer
Fue una época de intolerancia donde se imponen ideas y modelos, que en nada benefician al desarrollo de las mujeres. Un mundo hecho por el hombre y para el hombre que empeoraría con la llamada ilustración donde las teorías científicas a cerca de la mujer daban la razón al sistema existente. Teorías darwinistas y filósofos de renombre opinaban sobre el estado de inferioridad de la mujer con respecto al hombre.
Me pregunto si en el subconsciente de la sociedad, aún continúan vigentes estas teorías.

sábado, 17 de septiembre de 2011

TU YOU YOU


Es importante poner nombre y cara a las noticias.
Este es el caso de Tu Youyou, una investigadora china que salta a la prensa por haber descubierto un remedio contra la malaria centrándose en el estudio de recetas tradicionales chinas. Identificando a la llamada artemisian annua y extrayendo de ella una sustancia al que se denominó artemisinina de la cual, se desarrolló el fármaco eficaz contra esta enfermedad. Ha sido merecedora del Premio Lasker, como se puede leer en la noticia que encontraremos en esta dirección: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2011/09/16/biociencia/1316191644.html


Desde aquí, quiero hacer un pequeño homenaje a mujeres que dedican su vida a investigar por el bien de la humanidad y que la mayoría de las veces no es reconocido su valor. Afortunadamente en este caso y por el premio recibido, TU YOUYOU ha sido merecedora de una noticia en las primeras páginas de los periódicos. Espero que permanezca en la memoria de todos...durante décadas, o mejor, para siempre.

jueves, 25 de agosto de 2011

Papel de la mujer en la prehistoria.

Los orígenes humanos son difíciles de conocer, cuando no imposibles. Los estudios realizados apenas nos informan del comportamiento social, roles asignados, distribución del trabajo o atribución del poder. A pesar de esta falta de información, se suele representar un modelo de vida primitiva en textos escolares o divulgativos que dan por sentado un tipo de sociedad primitiva basada en unas premisas contemporáneas. Se le ha asignado unos valores que más o menos son el mismo que circulan hoy día. Esto es un intento de justificar la sociedad presente casi en todos sus aspectos. Tratan de hacer ver que el modelo patriarcal siempre ha existido, desde los tiempos más remotos.
A estas representaciones se le han dado importancia porque provenían de dos fuentes: la religión y la ciencia. La religión no exige razones, solo fe. Pero la ciencia también ha aportado teorías no contrastadas o imposible de contrastar, pero la sociedad no lo pone en duda porque lo ha dicho la ciencia.
Una de las creencias mas asentadas es la inferioridad de la mujer con respecto al hombre en las sociedades más antiguas, discurso que se ha construido y mantenido hasta la fecha. Comenzando por el mito de Adán y Eva y terminando con el darwinismo. Ninguna de las teorías hizo gran favor a la mujer.
Darwin explica la inferioridad psíquica y física de la mujer otorgándole un gran valor a la caza como origen de la actividad económica. Actividad que según el modelo, era realizada por los hombres y consideraba esta, una tarea tan compleja, que fue lo que provocó el desarrollo de la inteligencia del hombre, mientras la mujeres esperando pasivas no contribuyeron a nada en este desarrollo.
Es evidente que Darwin explica el mundo desde su propia cultura victoriana y decide que estas cualidades se formaron en los primeros tiempos y por lo tanto son naturales en las mujeres.
Estas ideas serán utilizadas por filósofos y tratadistas como verdades inamovibles y sobre ellas se construirá la sociedad y sus creencias.
La educación para las mujeres se atenía a realizar aquello para lo que se creía estaban capacitadas: religión, moral, respeto, obediencia, paciencia o resignación. Separación de sexos y de enseñanza.
Pero resulta que si para Darwin, el motor que convierte en seres humanos es la caza, es el hombre por tanto, el protagonista del proceso evolutivo. Pero más recientemente se ha demostrado que la recolección tenía una mayor importancia que la caza en la dieta del grupo y que esa labor, era básicamente femenina, según el modelo.
Así en una sociedad patriarcal ocurre lo que tenía que ocurrir: “…esa evidencia femenina se ocultó mediante el simple y eficaz truco de infravalorarla.” (A. Querol. La mujer en el origen humano.)


En definitiva, el pasado no se puede conocer como realmente fué, porque el pasado no existe. Los historiadores interpretan los restos que han quedado de tiempos anteriores y basandose en ellos elaboran sus teorias. Dependerá de los valores vigentes en esa época para que la historia sea de una forma u otra. Dependerá también, del interés a que obedezca dicha historia para que tenga un color u otro.

sábado, 30 de julio de 2011

Ostentatio mammarum

En el ciclo de conferencias “Mujeres que hacen Historia” celebrado en la UPO. La profesora de la Universidad de Zaragoza, Mª del Carmen García Herrero presentó parte de su investigación a cerca de la influencia y autoridad que las mujeres de la Edad Media, ejercían sobre sus hijos varones mediante un gesto de exhibición corporal, usado en situaciones límite y que denomina ostentatio mammarum. Con el tiempo fué ignorado en las fuentes escritas y su significado se tergiversó dependiendo de la mentalidad de la época.

El asunto me interesó y pude encontrar el ensayo completo, del que hago un resumen, aportando algunos datos de los que dijo en su conferencia. La autora nos adentra en el tema aludiendo a un pasaje evangélico, que cuando era pequeña, le fascinaba, igual que a Cristina de Pizán en el siglo XV. Comienza cuando una mujer anónima, proclamó al ver al Hijo del Hombre: “¡Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te amamantaron! A lo que Jesús respondió: “Di mejor dichosos los que oyen la palabra de Dios y la guardan” (Lucas, 11, 27-28)
Estos párrafos aparentemente no tienen sentido, el diálogo no se entiende debido posiblemente a un choque de culturas . En la obra de Cristina de Pizán, se refleja la voz femenina, pero omite la contestación de Jesús. Es decir, quienes escribieron en la Edad Media señalan: Dichoso el vientre en que se encarnó Dios sin intervención de varón y los pechos de los que se nutrió el Niño física y espiritualmente. Estos son dos lugares santos, fuente de autoridad e influencia materna.
La autora sospecha que en el Occidente bajomedieval, la cultura dominante no soportaría bien el que las mujeres ejercieran algún poder y ofreció resistencias para admitir de forma natural, la autoridad y creatividad que provenía de ellas. Las estrategias de desautorización y desprestigio abundan, llegando a ser monótonas. Asombran por su capacidad de repetición y permanencia, siendo tolerantes con la influencia materna siempre que esta permaneciera en la sombra y no alterara el orden impuesto.

Veremos algunos ejemplos de estas influencias femeninas que pueden aclarar el tema:

Capítulo XVI del Libro I de La ciudad de las Damas: Razón y Cristina debaten sobre el cuerpo femenino, el valor y la fuerza física. Razón opina que Dios ha hecho un favor a las mujeres otorgándole la debilidad porque así no tienen que cometer crueles torturas y asesinatos que Fuerza manda acometer cuando se enseñorea por el mundo, sin embargo hay mujeres, continúa la Dama Razón, que a lo largo de la historia demostraron este valor para llevar a cabo las audaces misiones que se destacan en conquistadores y guerreros…
Una de ellas es Lilia, madre de Teodorico, caballero de la corte de Constantinopla que protagoniza el siguiente episodio:
Los romanos se vieron atacados por Odoacro, que quería destruir toda Italia. Cuando pidieron ayuda a Constantinopla, les fue enviado su mejor caballero, Teodorico, pero en plena lucha todo se volvió contra él y emprendió la huída hacia Ravena. Su madre vio como huía su hijo, y pensó que no había mayor infamia que abandonar el campo de batalla. Su dignidad pudo más que su amor materno y corrió al encuentro de su hijo para suplicarle que continuara la lucha. Como sus palabras no tenían efecto se levantó el vestido y le gritó -¡Quieres huir, hijo, vuelve entonces al vientre que te llevó! Teodorico se vio humillado y volvió al combate avergonzado por la amonestación de su madre. Luchó hasta derrotar al enemigo. Así Italia entera fue salvada por el acierto de una mujer y el honor de la victoria, más que sobre el hijo debería recaer sobre la madre. (Cristina de Pizán, La ciudad de las Damas) En el pasaje se muestra el poderoso vínculo materno. Lilia se presenta como una mujer valerosa, sabia, enérgica, que ha nutrido (en el sentido de alimentar física y moralmente) a su hijo haciendo un varón hermoso y esforzado gracias a sus enseñanzas. Relaciona la valía del hijo con la figura materna. Esta actuación no tuvo repercusión en fuentes coetáneas llegadas hasta nosotros.
Teodora y Justiniano: En el 532 Procopio de Cesarea, deja testimonio de las palabras de la emperatriz Teodora cuando el pueblo sublevado acobarda a Justiniano y sus consejeros. Estos se disponen a huir. Teodora mediante su discurso evita lo que considera una “ignominia indigna de la púrpura”. En este caso, Teodora fue atendida por su marido.
Canto XXII de la Ilíada de Homero en el que Hécuba destapa sus pechos ante su hijo Héctor para intentar disuadirle de la lucha. La madre de éste, "desnudó el seno, mostróle el pecho, y derramando lágrimas, dijo estas aladas palabras: ¡Hector, hijo mio! Respeta este seno y apiádate de mí. Si en otro tiempo te daba el pecho para acallar tu lloro, acuérdate de tu niñez, hijo amado; y penetrando en la muralla, rechaza desde la misma a ese enemigo y no salgas a su encuentro.” Pero en este caso no logró su cometido…
En el 420, San Jerónimo en la Carta al monje Heliodoro ofrece un escena vivida en la que la madre y el padre, intentan convencer al hijo varón para que desistiera abrazar la vida religiosa y donde la exhibición de los pechos maternos cobraba protagonismo: “Aunque vuestra madre con los cabellos en desorden, las ropas desgarradas, os mostrara los pechos que os amamantaron;…” La mujer que amamantó , que enseñó a hablar ocupa un papel relevante capaz de influir en el hijo, cuya aprobación es posible que necesite de alguna manera.

La exhibitio mammarum es un tema que se registra en diferentes épocas y culturas:

En el Libro secreto de los Mongoles del siglo XIII se narra la epopeya de Gengis Kan, conquistador del mundo, que siente miedo y vergüenza ante su madre Joguelun que sentada con las piernas cruzadas, descubre ambos pechos (…) tras esperar Gengis Kan dijo: “Viendo a mi madre airada, me asusté, tuve miedo. Me avergoncé, sentí vergüenza."
El hijo contraviene a la madre, sabe sus deseos y no se siente capaz de oponerse a ella y en secreto oculta sus acciones, aunque sin duda operan autoridad. Pero “La influencia, es poderosamente débil y en última instancia todo queda a merced de la voluntad de quien la recibe."

Teniendo en cuenta estos hechos, podemos entender algunas representaciones en textos o imágenes como la matanza de los Inocentes en las que las madres de las criaturas recurren a enseñar sus cuerpos cuando sus súplicas son desoídas. Algunas madres cuando sus hijos van a ser degollados abren sus túnicas y muestran sus pechos a los soldados recordándole que ellos también son hijos. Como en el Códice de Egberto del siglo X.
También tuvo sentido la proliferación de imágenes de la Virgen amamantando a Jesús. María consiguió influir en su hijo para realizar el primer milagro en las Bodas de Canaan, por eso se pensaba que la intervención de la Virgen era importante para conseguir el perdón de los pecados y más cuando se apelaba a ella en condición de Alma Mater, madre que nutre. Se recordaba al Salvador lo mucho que debía a su madre. Es la culminación de la autoridad e influencia materna puesta al servicio de la empresa más transcendente: la redención humana.
Así volviendo al punto de partida, al seno bendito que posibilitó la encarnación de Dios y a los pechos dichosos que alimentaron física y espiritualmente al Hijo de Dios, era algo tan arraigado y poderoso que el Concilio de Trento prohibió este tipo de representaciones marianas.
Con el tiempo estas imágenes no se van entendiendo y se tiende a sustituirlas o a considerarlas profanas o escandalosas.

La profesora en su conferencia aporta algunos datos más, como la entrevista realizada a la Premio Nobel de la Paz Wangari Maathai en el que cuenta un testimonio donde muchas mujeres, especialmente madres se desnudaron delante de los soldados para conseguir liberar a sus hijos. Es una costumbre africana que cuando mujeres mayores son atacadas por hombres jóvenes, se desnudan para avergonzarles mostrándoles la desnudez de sus madres".

Otra demostración más de este gesto lo tenemos en la obra de Delacroix, La libertad guiando al pueblo. (Primera ilustración) y para leer el ensayo completo podemos ir a este enlace:



sábado, 25 de junio de 2011

¿Machismo o falta de información?

¿Alguien conoce a Amando de Miguel?
Fue en décadas pasadas, un sociólogo que casi siempre estaba en las tertulias, era respetado por sus opiniones al menos en el terreno mediático y actualmente hace artículos y participa en la radio entre otras cosas. No puedo juzgar su trayectoria, porque le perdí la pista hace años pero aún conservaba un libro titulado Autobiografía de los españoles editado en 1997 y cuyo autor es este sociólogo.
Comienzo a releerlo, y llegando a la página 22 me asombra la opinión del autor referente al papel de algunas mujeres en la literatura y en el pensamiento. Cito textualmente:
"No hay que asombrarse, y menos escandalizarse, de que los textos biográficos aquí utilizados se refieran sobre todo a vida de varones. El repertorio de fuentes es el que es. A los varones les ocurre más cosas que a las mujeres. (…). De hecho hay materiales autobiográficos de escritoras célebres, como María Zambrano o Rosa Chacel, que resultan indigeribles de puro bobos. Las memorias de la Bella Otero son simplemente falsas. El Diario de Zenobia Camprubí, dedicada esposa de Juan Ramón Jiménez, es una fatigosa colección de nimiedades. Ojalá no fuera así, pero la realidad es como es.” Finalmente reconoce que hay mujeres con una vida interesante, como Emilia Pardo Bazán, Concepción Arenal ...entre otras.
Hace solo catorce años que el libro está escrito y creo que algo habremos avanzado, porque en la actualidad nadie con sentido común y la mínima información se atrevería a escribir estas barbaridades. No creo ni siquiera que sea machismo sino más bien falta de información, que es peor. Supongo que a estas alturas Amando de Miguel tenga en mejor concepto a María Zambrano, Rosa Chacel y Zenobia Camprubí.


Referente al tema de las mujeres y la literatura, he encontrado un buen artículo que viene al caso para ampliar información: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article19116


Y si encontrais "perlitas" de este tipo, no dudeis en dejarlas en esta entrada. Os aseguro que no es difícil toparse con alguna en periódicos, televisión, artículos...etc.

jueves, 2 de junio de 2011

SULPICIA (Siglo I a.C.)

Sulpicia participó en el cículo poético de Tibulo en el siglo I a.C. En la obra de este poeta fué donde aparecieron algunos poemas de Sulpicia. A no ser por esta casualidad su obra se habría perdido para siempre y nunca podría haber sido reconocida como poeta, aunque es cierto que nunca gozó del favor de los académicos de otros tiempos. Entre otras cosas porque sus versos subidos de tono, se consideraban impropios de una mujer.


En el tercer libro del Corpus Tibuliamun se encuentra parte de la obra de Sulpicia.


Compuso sus poesías sobre el 15 a. C. cuando tendría unos veinte años. No sabemos si estaba casada, pero su amado tiene nombre griego, Cerintho. En sus poemas demuestra sus sentimientos, la enfermedad, la tristeza de la separación y la esclavitud del amor.
Uno de sus poemas viene a decir lo siguiente:

3.17 XVII Sulpiciae
¿Tienes, Cerintho, un piadoso amor por tu amiga,
ahora que la fiebre atormenta mi cuerpo agotado?
Yo no desearía vencer esta cruel enfermedad de otro modo
que si pienso que tu también lo quieres.
Pero ¿de qué me serviría sanar de enfermedades?
Si tú puedes soportar mis males
con un corazón insensible.


domingo, 22 de mayo de 2011

Pero hay que seguir...

El feminismo ha muerto, pero las mujeres -cada una a su manera-, continuamos en la lucha por conseguir un mundo igualitario, cada cual podemos aportar nuestro granito de arena en este proyecto. Desde el trabajo, el cuidado a los demás, el estudio o la investigación...Una cosa no es más importante que otra y todas son necesarias.

Por tanto -a raíz del powerpoint abajo incluido- voy a seguir con este blog de contenido feminista, pero esta vez será para reivindicar las vidas de mujeres que debían estar en la HISTORIA, pero que en la selección realizada por eruditos, consideraron que estos nombres no eran merecedores de ninguna mención, ni que debieran ser ejemplo para otras mujeres, ni tan siquiera dignas de estudio.

Hay quizás demasiadas. Las historiadoras están desempolvando archivos en busca de ellas, con el fin de demostrar que somos el 50% de la humanidad y que la labor realizada por filosofas, pintoras, novelistas o cualquiera que sea su aportación, no puede caer en saco roto por muchos años que hayan transcurrido.





jueves, 5 de mayo de 2011

El feminismo ha muerto. Las desigualdades, no.

La lucha reivindicativa para conseguir derechos sociales debe ser retomada por los propios ciudadanos. Las desigualdades sociales entre hombres y mujeres provocan desequilibrios que nos afectan a todos y a los que se debería poner remedio. Ya no solo me refiero a la indefensión de las mujeres a la hora de hacer valer sus derechos ante la empresa o la administración sino también como trabajadoras/es. La ausencia de un apoyo efectivo por parte de un grupo sindical brilla por su ausencia.
Emprender una lucha particular, sin un firme apoyo por parte de algún grupo social, que a fin de cuentas es lo que presiona al Estado y que a fin de cuentas, eso es democracia.
Pero resulta que los grupos sociales han desaparecido, ¿Quién apoya, protege y se solidariza con los trabajadores? ¿Qué ha pasado con los sindicatos? Lo sabemos todos, el Estado le otorgan cierto poder y algunas subvenciones y se acaban los conflictos sociales. Esto mismo ha pasado con el feminismo. Desde el gobierno se toman las decisiones, no siempre acertadas, pero que en ese momento benefician al poder establecido.
Es por este motivo, por el que después de intentar comprender los hechos que llevaron a la desigualdad de géneros y a los movimientos reivindicativos feministas, desde principio de siglo hasta nuestra época. He llegado a la conclusión que debería de existir otros grupos que actúen en consecuencia y que suplan de alguna forma el gran vacío dejado por las actuaciones reivindicativas anteriores de grupos institucionalizados, que en épocas anteriores lucharon por conseguir un mundo más justo. Esta actuación sería un ejercicio de democracia.
Por último incluyo un enlace de un programa de la Primera, que dirige Isabel Coixet y que se titula "La mujer es cosa de hombres". En él podemos darnos cuenta cómo se promovieron las desigualdades entre sexos durante el franquismo, y para qué nos sirvió.

http://www.rtve.es/television/20090817/isabel-coixet---50-anos-dela-mujer-cosa-hombres/289227.shtml

miércoles, 20 de abril de 2011

Institucionalización del feminismo

El movimiento feminista se fue agotando con el cambio de época. Durante la transición existía un movimiento social reivindicativo, pero con el triunfo electoral del PSOE se crea conciencia de transición. La movilización social disminuye y las demandas sociales se canalizan a través de instituciones. El movimiento feminista no fue una excepción.
La creación del Instituto de la Mujer acoge a mujeres procedentes de los movimientos feministas, que se integran en estas instituciones gubernamentales.
Mediante subvenciones, se crean diversos grupos de atención a mujeres violadas y maltratadas y una red de asociaciones en barrios, cuya ideología ya no responde al feminismo reivindicativo y donde el debate ideológico brilla por su ausencia. Así el feminismo se convierte en una "ideología difusa con rasgos victimistas."

“El PSOE y los gobiernos autónomos crean así un amplio clientelismo femenino que absorbe sin crítica las ideas feministas que emanan del Instituto de la Mujer.”


P.URÍA. El feminismo que no llegó al poder.

domingo, 27 de marzo de 2011

El feminismo, un movimiento de mujeres.

Había razones de peso para que este movimiento fuera solo de mujeres. En los años en que se desarrolla el movimiento, la práctica social estaba completamente dominadas por los hombres, prueba de esto tenemos el movimiento estudiantil y el sindical. La opinión de las mujeres apenas se tenía en cuenta, sus intervenciones en diversos espacios, eran examinadas con lupa y criticadas si no eran especialmente brillantes, en cambio los varones podían disparatar impunemente. Tenían falta de confianza en sí mismas y antes de hablar lo pensaban tanto que cuando querían intervenir ya había se pasado el turno. Para modificar este aspecto había que adquirir conciencia de su propia capacidad, de su propia valía y de su propia fuerza para hacerse oír. Pero el ambiente tan masculino era muy poco propicio. Otra razón era reunirse entre mujeres para intercambiar experiencias y reflexionar sobre su situación en los diversos ambientes donde se movían. Establecer cuáles son sus exigencias y reivindicaciones, crearse autoconciencia. Además era importante hacerse visibles como fuerza colectiva y aparecer ante la opinión pública como sujetos de derecho demostrando su individualidad y la mayoría de edad. Pero junto a estos argumentos se sostenía otro muy común en el movimiento feminista, de que los problemas de mujeres solo lo entienden mujeres, pues son ellas las que los sufren. Esto en el fondo es un error del movimiento. Primero porque los movimientos en pro de la justicia, la igualdad y contra la opresión se basan en la capacidad humana de solidaridad y empatía.


Hombres y mujeres en definitiva se sitúan enfrentados o bien en caminos paralelos. La situación se agrava cuando el movimiento se centra en la denuncia de la violencia apareciendo los hombres como responsables, aunque se intentó no culpabilizar a todos, sino a individuos machistas. Ocurrió que muchos hombres que podrían haber sido un apoyo a la causa se sintieron rechazados e incluso aliviados por dejar las reivindicaciones feministas en manos de las mujeres. Así se llega a que en las manifestaciones por violencia son casi siempre de mujeres lo cual produce la impresión de que los hombres ven estas conductas con cierta permisividad. El reto es la lucha conjunta para conseguir una sociedad igualitaria donde todos/as tengan las mismas oportunidades y derechos.




Bibliografía: PALOMA URÍA. El feminismo que no llegó al poder.

sábado, 15 de enero de 2011

El amor jamás es acoso

El amor jamás es acoso.

Es alegría, libertad, fuerza. Y es el amor el que mata la angustia.

Allí donde falta el amor, nace el miedo y el aburrimiento.

El amor es arrebato, el amor es entusiasmo, el amor es riesgo.

No aman y no son amados, aquellos que quieren ocultar ó esconder sus sentimientos.

El amor es generosidad, el amor es entrega, el amor es intercambio.

Quien da mucho, recibe mucho a fin de cuentas, porque nosotros poseemos aquello que damos. Amar no es dañar al otro, dominarlo, sino acompañarlo en su camino y ayudarlo.

Saber aceptar al otro tal como es. Alegrarse de la felicidad que logre.

Amarlo en su totalidad, porque él es lealtad y belleza, defectos y cualidades.

He aquí las condiciones del amor.

Porque el amor existe en virtud de la indulgencia, del perdón y del respeto al otro.

Martin Gray (1925-?)